Por la tarde del 6 de enero, Su Santidad Moisés, Patriarca de Kiev y de toda
la Rus'-Ucrania condujo las oraciones de acción de gracias a Dios, bendijo a
los fieles y santificó el kutia (tradicional budín ucraniano para la cena
navideña), el pan, el vino, el pescado y otros dones de Dios para celebrar
la Navidad del Hijo de Dios, Nuestro Salvador Jesucristo.
El misterio del advenimiento del Hijo de Dios y la limpia alegría de
Nochebuena reunieron una vez más a nuestra familia de Jesucristo: unificada
en oración y congregada en torno a la cena festiva. Los corazones, abiertos
para las felicitaciones sinceras, quedaron colmados con la alegría de los
villancicos navideños. Se pusieron de manifiesto los buenos deseos de todos
los presentes: el Patriarca, el Clero, los adultos y los niños.
El tradicional aunque modernizado pesebre de Belén cautivó tanto a los
actores como a los espectadores y, al final, agrupó a los Hijos de Dios
quienes, sintiendo la Navidad del Salvador en sus almas, danzaron en corro.
¡Cristo ha nacido! ¡Glorifiquémoslo!
¡Cristo ha nacido! ¡Glorifiquémoslo!
¡Cristo ha nacido! ¡Glorifiquémoslo!
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