El 20 de mayo, 40 días después de la Pascua, se celebró la Divina
Liturgia, en el Templo de la IOUA-C de Kiev, para conmemorar la
Ascensión de Nuestro Señor.
El Señor regresó a Su Padre Celestial, pero nos envió al Consolador,
al Espíritu Santo, que está con nosotros hasta hoy. Él permanece con
todos los que son fieles a las enseñanzas de Cristo, con todos los que
recuerdan Sus Preceptos Salvadores y los siguen. A través de Él, Dios
está en nosotros; y nosotros, en él:
"Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto,
vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a
obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que
estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo"
(Mateo 28, 18-20)
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