Un día después de la celebración de Ascensión, el Patriarca Moisés y el
Clero visitaron la aldea Tkhorivka, a invitación de los representantes de la
autoridad local y de la gerencia de la fábrica.
Una numerosa procesión, encabezada por el Patriarca, recorrió el área de
trabajo, las oficinas y los locales, entonando himnos, santificando los
muros y bendiciendo a las personas. Luego, la procesión marchó por las
calles de la aldea ucraniana, santificando su centro administrativo, su
escuela y su jardín de niños.
Al término de la visita, en el centro cultural, el Patriarca Moisés dio un
sermón-conferencia, donde explicó a los presentes las leyes espirituales del
Universo. El Patriarca presentó conocimientos muy elevados en forma
sencilla, con ejemplos de la vida cotidiana, y las personas comprendieron
fácilmente cómo necesitan vivir para ser feliz, en armonía y en unidad con
Dios.
Muchos de los ciudadanos de Tkhorivka quedaron emocionados al sentir por
primera vez la Gracia de Dios, que elevó sus almas y los colmó de alegría.
Verdaderamente, la Fuerza de Dios descendió ese día en el pequeño pueblo
ucraniano. De hecho, las cámaras fotográficas fijaron la presencia de gran
número de resplandecientes Ángeles de Dios.
Pero la Bendición de Dios no regocija a todos.
Al día siguiente, los representantes de la IOU PK dieron la alarma. A los
ciudadanos de Tkhorivka les gustó lo que Patriarca Moisés les dijo y la
alegría que experimentaron a través de las oraciones y de la bendición, y
eso aterró a los Clérigos locales. Aparentemente, tomando las circunstancias
como algo personal, llamaron al Servicio de Seguridad de Ucrania, a la Policía
y a la Inspección de Tránsito. En los documentos se instruyó la inminente
captura coactiva de la Iglesia. Pero resultó que, por la tarde, el Clero de
la IOUA-C ya había regresado a Kiev. Habiendo quedado arreglada la
confusión, los representantes de la IOU PK perdieron cualquier clase de
apoyo en la aldea. Ellos sólo conservan cinco fieles, cuando el número total
de población es de aproximadamente mil personas.
Hoy, como en los pasados tiempos de la KGB, en el pequeño pueblo de
Tkhorivka, oficiales de Servicio de Seguridad de Ucrania, por instrucciones
de Filaret (Denysenko M.A.), presionan e intimidan a funcionarios (a la
administración de la aldea, al director de la escuela y al gerente de la
fábrica), violando sus derechos constitucionales: su libertad de conciencia
y su libertad de culto.
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