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El Patriarca de Kiev y de Toda la Rus’-Ucrania Vladika Moisés nació el 3 de mayo de 1962, en el pueblo de Medzhybish, región de Khmelnytska. Habiendo terminado la escuela en 1978, ingresó en el Colegio Musical de Khmelnytsky, del cual se graduó con honores, con diploma de maestro de música, flautista y director de bandas y orquestas sinfónicas.
Después del servicio militar en el Colegio de Artillería del Alto Mando de Khmelnytsky, entró en la Facultad de Economía y de Ingeniería del Instituto Tecnológico de Khmelnytsky, donde concluyó estudios en 1988. Simultáneamente, trabajó como jefe de producción en ese instituto, cursó estudios en la Eparquía de Khmelnytsky y aprobó exitosamente los exámenes para ser Sacerdote. En 1989 fue designado para dirigir el coro de la Catedral de la Natividad de la Madre de Dios durante las Divinas Liturgias pontifícales; con dicho coro, se presentó ante fieles de la región de Khmelnytska y Vinnitska, popularizando el canto ortodoxo.
En 1989, fue ordenado Diácono en la Catedral de la Natividad de la Madre de Dios en el pueblo de Khmelnytsky. A fin de que la Palabra de Dios abriera de par en par los corazones de los creyentes de Ucrania, deseó ofrecer los Divinos Servicios en Ucraniano, lo cual había sido prohibido por la Iglesia Ortodoxa Rusa; así, pidió sus documentos de retiro en 1990, y se incorporó a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana Autocéfala (la cual estaba comenzando su reavivamiento y necesitaba misioneros devotos), y fue designado Administrador Metropolitano de las regiones de Khmelnytska, Vinnytska y Zhytomyrska.
De mayo de 1990 a octubre de 1992, con la misión de reavivar la Iglesia Ucraniana, Vladika Moisés visitó 195 villas y pueblos de las regiones de Khmelnytska, Vinnytska y Zhytomyrska, organizando y registrando comunidades de la IOUA, parte de las cuales fueron posteriormente presionadas y vueltas a registrar por sacerdotes de Moscú y por la Iglesia Rusa.
En 1990, en el pueblo de Khmelnitsky, y tras orar bajó cielo abierto durante siete meses, consiguió la Catedral de San Andrés, contra el poder comunista y el ejército. Abrió, entonces, una escuela de formación para sacerdotes, donde preparó a 19 candidatos para la ordenación. Él reabrió y reconstruyó viejas iglesias, para establecer nuevas comunidades de la IOUA: la gente estaba feliz al tener de vuelta su iglesia nacional. Pero los sacerdotes de Moscú y los intrigantes al servicio del Obispo Nifont, apoyados por Filaret (Metropolita de la Iglesia de Moscú) y por Yatsenko (encargado de asuntos religiosos en la región), entorpecieron el desarrollo de la IOUA.
A finales de 1992, la oposición de las fuerzas hostiles llegó a ser brutal. Vladika Moisés y sus padres fueron perseguidos. Tanto la casa de éstos como el apartamento de Vladika fueron quemados; a él lo atacaron directamente, pero un milagro de Dios lo salvó. Dispararon seis veces a las ventanas de sus padres; agredieron a su madre, dejándole secuelas; hubo catorce asaltos contra su familia, como está documentado por los cuerpos policiales. Ante todos estos hechos, Vladika Moisés (entonces Arcipreste Oleh Kulyk) dejó su patria y se dirigió a América, donde continuó sirviendo generosamente en la Iglesia Ortodoxa Ucraniana Autocéfala de los Estados Unidos, que se mantenía bajo el Omoforion del Patriarca Mstislav I. Sin embargo, cuando Vladika Antoniy y Vladika Kostiantyn traicionaron la autocefalía de la Iglesia Ucraniana, para colocar sus comunidades bajo el Omoforion del Patriarca Varfolomiy de Constantinopla, Vladika Moisés no quiso separarse de la Madre Ucrania y pidió sus papeles de retiro en 1997.
En ese mismo año, en Detroit, Michigan, estableció una nueva comunidad para inmigrantes que procedían no sólo de Ucrania, sino también de Rusia, de Bielorrusia, de Lituania y de otros países. Todos ellos recibieron la oración en Ucraniano con gran placer. Vladika siempre les apoyó, además, para encontrar trabajo y vivienda, y para legalizar su estatus de inmigración. Él siempre estuvo dispuesto a ayudar en situaciones críticas, como Buen Samaritano. Simultáneamente, aprendió a ser capellán: así, trabajó con enfermos graves hospitalizados, cuidó de paralíticos, y convirtió en Iglesia una sencilla Casa de Oración (realizando por sí mismo los trabajos de albañilería). No tuvo tiempo libre ni descanso, pero con buen ánimo y espiritualidad elevada, condujo lecciones de religión y Divinos Servicios, dando a cada alma tanto su tiempo como el calor de su corazón. Así, la comunidad del entonces Padre Oleh creció en amor cristiano, y cientos de almas se convirtieron del ateísmo y encontraron el camino de la oración. Habiendo concluido su trabajo pastoral y con una comunidad sólidamente establecida, Vladika pudo haberse quedado a cosechar frutos, pero una visita a Ucrania, para especializarse en la Academia Teológica (cuyos estudios terminó en 2002), así como sus reuniones con personas espiritualmente sedientas, despertaron en él el deseo de volver definitivamente a su tierra natal, donde millones, que buscan la verdad y el cuidado espiritual, sufren un caos de equivocaciones y son incapaces de construir una vida feliz conforme a las Leyes Divinas, y de estar en armonía con Dios.
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En 2000, enriquecido con esta experiencia espiritual, vital y misional, y con un gran deseo de ayudar a su pueblo a vivir como una sola familia en el amor, Vladika Moisés regresó para siempre a Ucrania. Predicó la Palabra de Dios en el programa “Arte para vivir” de la televisión local; en escuelas, en jardines de niños, y en diferentes organizaciones, enseñando una alta teología pero en sencillas formas de aplicación práctica para la vida; como resultado de ellos las personas sintieron la presencia del amor de Dios en sus corazones, y entre los unos con los otros. Comenzando desde cero, en Uzhgorod, su comunidad creció en centenares de fieles (algunos ex ateos); unió a antiguos creyentes católicos con Ortodoxos, en una familia de Cristo. En el espíritu y en el pensamiento del futuro Patriarca, la Iglesia, como organización divina, debe ser la instancia de la verdad y del amor, para poder conducir al pueblo a una vida feliz con Dios. Las intrigas no deben existir y los sacerdotes no deben tener miedo de sus Vladikas, sino amarlos y confiar en ellos como verdaderos padres espirituales. Vladyka creía que para su servicio en Ucrania habría alguna salida, porque no en balde él nació en esta tierra; y no en balde el cordial amor que sentía por el pueblo ucraniano lo había hecho abandonar una vida exitosa en los Estados Unidos y enfrentar la devastación espiritual de Ucrania.
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El uno de octubre de 2002, el Sobor Jerárquico de Obispos Canónicos de la IOUA – Sobornopravna, inspirado por el Espíritu Santo y reconociendo el fiel servicio a Dios del Padre Oleh Koulik, concordó en la dignidad de éste, y decidió su ordenación como Obispo y su elevación a Metropolita de Kiev y de Toda la Rus’-Ucrania.
Así, Dios llamó a Vladika a Moisés al servicio de Archierey en Ucrania.
Fue en 1924 que el Tomos de Autocefalía, como una manifestación de justicia histórica, había sido conferido a la Iglesia Ucraniana (dentro de las fronteras de Polonia) por Su Todo-Santidad Gregorious VII.
Esta Iglesia había sobrevivido a las persecuciones de los poderes contrarios a Dios, y había preservado su pureza de la NKVD y de los anatemas, para servir a Ucrania en sagrada integridad.
El 10 de octubre 2002, en la Catedral de los Santos Boris y Gleb de Cleveland, Ohio, Estados Unidos, se realizó la Quirotonia donde Vladika Moisés fue ordenado Archierey y elevado a Metropolita de Kiev y de Toda la Rus’-Ucrania. La Quirotonia fue realizada por
Metropolita Stephen Babiy-Petrovych,
Coadjutor del Primado de la IOUA – Sobornopravna en los Estados Unidos, y por el
Michael Yavchak-Champion,
Primer Jerarca de la IOUA – Sobornopravna en los Estados Unidos.
En octubre de 2002, Vladika Moisés regresó a Ucrania para comenzar el reavivamiento de la histórica y genuina Iglesia de Cristo.
Ahora, la Iglesia cuenta con más de 20 Obispos que tienen misiones en cuarenta países del mundo.
Los días 17 y 18 de junio, conforme a la decisión del Sobor Jerárquico Ecuménico de Obispos de la IOUA Canónica, el Metropolita Moisés fue elegido y entronizado como Patriarca de Kiev y de Toda la Rus’-Ucrania. La entronización tuvo lugar en el principal templo de Ucrania: la Catedral de Santa Sofía.
¡Eis polla éti, Déspota! ¡Mnohaya lita, Vladika! ¡Muchos años de vida, Patriarca Moisés!
Es así como Dios construye Su Santa Iglesia.
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