Cada año el primer domingo después de Pascua en las iglesias ortodoxas se lee el Evangelio de Juan, que describe como el Cristo resucitado se apareció a sus discípulos. Entre los apóstoles no había Tomás, y por eso él no creía en la resurrección de Cristo después: " Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré." No creyó, aunque había visto muchos milagros en la vida de Jesús: como convirtió el agua en vino, la alimentación de cinco mil personas, como Jesús andaba sobre el agua, y numerosas curaciones de la gente conforme a su fe . Tomás vió también como el Padre Celestial a través del Hijo de Dios con su poder resucitó a Lázaro de los muertos ... Entonces Jesús se le apareció y le dijo al apóstol Tomás: "Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente." Entonces Tomás respondió: "¡Señor mío y Dios mío!" Y él le dijo: " Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron."
Durante dos mil años el número de los escépticos, como Tomás el incrédulo se ha multiplicado hasta el infinito. Ellos no creen en las cosas obvias, dudan de que sea cierto para los demás. Patriarca Moisés en sus sermones explica cuál es la situación con Tomás, que comprobó y vió que Cristo de verdad había resucitado, que sirvía a un gran número de personas que dudaban, y ayudaba hasta el día de hoy a creer en Dios
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El Padre Celestial ayuda a creer al hombre moderno no sólo a través de ejemplos bíblicos. Invariablemente, cada año en el templo del Santo Sepulcro en Jerusalén tuvo la ceremonia del Fuego Sagrada en la víspera de la fiesta de la Pascua ortodoxa, el Sábado Santo. Un día antes de la Pascua ortodoxa comienza el oficio en la iglesia. A las diez el Gran Sábado se apagan todas las velas y las lámparas en el templo, se comprueba la Capilla del Santo Sepulcro si es allí la fuente de fuego. A las 13 horas comienza la procesión religiosa del Fuego Santo la cual termina cerca de la entrada en la capilla. El patriarca ortodoxo, que encabeza la procesión se quita la casulla de fiesta. Se le da una gran lámpara y 33 velas. Entonces el patriarca entra en la capilla. Ahora todo depende de él, de sus oraciones secretas. En la iglesia se apaga la luz y comienza la tensa espera al patriarca con el fuego en sus manos. En años diferentes, la espera se ha durado de 5 minutos hasta algunas horas. Los testigos dicen que antes el descenso del Fuego Sagrado, todo el templo se envuleva con rayos y fulgores que bajan sus paredes y las columnas y se extienden por la plaza entre los peregrinos.
Cuando llegue el momento, se abre la puerta de la cueva y sale el Patriarca, teniendo en sus manos las velas llameandas y bendice a la gente con este fuego sagrado. Y entonces de inmediato el fuego se entrega de persona a persona. Y le llevan del templo lo más pronto posible para lleva este fuego sagrado y la buena noticia de su descenso a los rincones más remotos del mundo. Es un milagro moderno del Padre Celestial para el hombre moderno. Y no sólo el descenso del Fuego Sagrado es un milagro, sino también el fuego mismo, ya que durante los primeros minuto no quema y muchas personas se lavan con este fuego sagrado.
Pero a los ateos y materialistas modernos, a los escépticos, esto no es suficiente.Necesitan, como Tomás poner sus dedos en las heridas para creer. Por lo tanto buscan a nuevos aspectos y nuevas pruebas científicas de la existencia del Creador. Y las encuentran. Así que en el año 2011 el científico ruso del Instituto de Energía Atómica I.V.Kurchatov, el candidato a doctor de ciencias Andrei Volkov utilizando los instrumentos de precisión realizó un experimento científico en el templo del Santo Sepulcro en Jerusalén para determinar el origen del Fuego Sagrado. Antes Volkov supuso que este fuego era la descarga de plasma. Así, mientras del descenso del Fuego Sagrado tuviera que ocurrir el salto de los campos electromagnéticos. Durante las 6 horas del estudio del campo electromagnético en el templo en el momento del descenso del Fuego Sagrado el computador registró un aumento de la intensidad de la radiación el doble. "Ahora está claro que el Fuego sagrado no fue creado por la gente. No es la trampa, no es el engaño: se puede medir sus "huellas" materiales - dijo el científico
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Hoy la humanidad necesita la fe, la fe sensata, la cual ayuda en la vida tan difícil y salva el alma. Por tanto, el Señor muestra continuamente que Él está con nosotros. Él es un padre amoroso quien tiende la mano a nosotros y nos llama: "Tiende tu mano al encuentro. Pon sus dedos en mis heridas. Y no seas incrédulo, sino creyente."
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