¡Gloria a Jesucristo, queridos hermanos y hermanas!
¡Gloria a Jesucristo, queridos hermanos y hermanas! Hemos escuchado hoy en el Santo Evangelio(Lucas, X: 25-37), especialmente en el Apóstol (Efesios, IV:1-6) que debemos ser dignos de ser llamados cristianos. Por lo que el apóstol Pablo dice que es un "prisionero del Señor". Él también dice que todos debemos vivir en comunidad de ideas, para preservar la unidad y vivir en el respeto mutuo, el respeto por el Señor. Y entonces Dios estará siempre con nosotros.
Hoy escuchamos el Santo Evangelio de Lucas, donde un escriba, que conocía muy bien las Escrituras, se acercó a Jesús y quería revelarle por sus preguntas. Él pensó que Jesús no sabía mucho, que enseñaba algo a su manera, una herejía. Y le preguntó: "¿Qué haré para heredar la vida eterna?" Y el Señor le dijo: "¿Qué está escrito en la ley?", pues realiza el mandamiento principal. ¿Qué? Por supuesto, él supo este mandamiento, y nosotros lo sabíamos "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo". Jesús le dijo: "Bien has respondido; haz esto, y vivirás", pues tendrás la vida eterna. ¿Entienden?
Estos son los mandamientos más importantes del mundo. Si amamos a Dios con todo nuestro ser, y amamos al prójimo como a sí mismo, y aún más, entonces somos salvados. Y no hay que tener un montón de mandamientos. "No matarás!" ¿Cómo podemos matar, si amamos? "No hurtarás, no mentirás!" ¿Cómo podemos hacer esto si amamos a Dios con todo nuestro ser? No podemos hacer que le duele a nuestro Señor y, sobre todo, a nuestro prójimo, a quien vemos.
Pero, como leemos luego en el Santo Evangelio, quiso justificarse a sí mismo, este escriba y dijo: "¿Y quién es mi prójimo?" Y también podemos preguntar: ¿quién es mi prójimo? ¿Entienden? Cristo dijo: "Y los enemigos del hombre serán los de su casa" (Mateo, X: 36). Esto significa que si tú salvas, y tus parientes no se salvan, entonces el diablo te atacará a través de tu pariente. Él pasa por los lugares más débiles de tu alma como si él tenga el derecho de hacerlo. ¿Entienden?
¿Quién, entonces, son nuestros prójimos? Vamos a decir simplemente: nuestros prójimos son la gente de Dios. ¿Es eso cierto? Los prójimos son los de Dios.
¿Quién los de Dios? Y Jesús nos da un ejemplo. Mira, se puede distinguir la gente de Dios por sus acciones, por la forma en que lo hacen. No las palabras sino los hechos demuestran que esta persona es de Dios. Ya que sus hechos son buenos.
Mira, un Judio que regresaba a su casa cayó en manos de salteadores. "...los cuales después de despojarlo y de darle golpes, se fueron, dejándolo medio muerto". ¿Quién atacó a este Judio? Tal vez sus parientes, aún su hermano, que sabía que iba a vender una oveja o cualquiera otra cosa y tendría 200 o 300 dólares. ¿Y qué? Sabía que debería ser eso, y con sus amigos, con quienes borracheaban o algo, fueron a acecharle. Ellos hicieron una emboscada, le atacaron y robaron el dinero.
¿Quién más podría atacar? Los parientes hacen el mal. Caín mata a Abel. Los primeros niños en la tierra - y ya están en la guerra, porque uno era de Dios, y otro era demoníaco.
Pero, ¿quién es el de Dios, quién es el prójimo?
Caminaba un sacerdote, vio - estaba un herido. Se miraba alrededor - era nadie - se fue. ¿Quién era ese sacerdote? ¿Quién es él, el alma de Dios o del diablo? Del diablo, demoníaco, pero llevaba una sotana y enseñaba la sabiduría a la gente. ¿Entienden? Sin embargo, sus obras mostraban que era indiferente a las desgracias de otras personas - que la persona muriera. ¿Usted puede hacer esto, usted puede irse cuando una persona está sangrando?
Caminaba un segundo - un Leví, el tribo de leví se servían en templo. Ellos no trabajaban, pero estaban cerca del templo. Todas las otras tribus de Israel les daban una décima parte a los levís, a su sostenimiento. Un leví - el que está obligado a servir a Dios. Y ahora ve al sangrando. Y además al ver que nadie le ve, se va. Un leví se fue. ¿Y qué? ¿Quien es, de nuevo, de Dios o del diablo? Está claro quien es. Jesús dijo: su padre es el diablo, porque están haciendo obras del diablo. ¿Y qué? No están capaces de hacer lo bueno.
Caminaba un hombre más, un samaritano ordinario. Los samaritanos son los judíos que fueron una vez capturados y devolvieron a la tierra de Israel. Sin embargo, los judíos no les aceptan y dicen que usted tienen la sangre mezclada, y que usted, los samaritanos, no son dignos de ser judíos, porque tienen sangre impura. Y los se tratan como los semianimales, como semihumanos. ¿Entienden?
Y el samaritano viene y ve que está un judío, que siempre le desdeñaba. Este judío quizás tuviera las patillas, quizás su cabello fuera peculiar, en una palabra, el samaritano vio que era un Judio. Pero él no se retiró de este judío. "Cuando lo vio, tuvo compasión". Vendó sus heridas, derramando vino sobre sus heridas primeramente, y luego desinfectó con óleo para evitar bacterias. ¿Sí? Le puso en su asno y lo llevó al hotel más cercano. Tenía sus propios asuntos: quizás tenía algunos planes en el hogar, asuntos familiares, algunas cuestiones por resolver, algo por hacer. Sin embargo él aplazó todo y llevó el judío al hotel y allí dijo: "Cuídalo, y todo lo demás que gastes, cuando yo regrese te lo pagaré".
¿Qué le importaba este judío, que probablemente no hiciera caso de él? Fue golpeado, un samaritano pudo dejarle morir. ¿Y qué? "¡Lo tiene bien merecido! Has matado a sí mismo"- no, no lo hizo. Él hizo así- ayudó a un afectado, le abastecía con todo lo necesario y dijo que pagaría si fuera necesario. ¿Es que no hay nada más que hacer, pero que pagar extra por cada uno golpeado? ¿Quién es? ¿ Quién es -el de Dios o un demonio? Es de Dios, es un prójimo tuyo. ¿Entienden?
Y el Señor dice a este escriba, si quieres ser de Dios - es decir, ser prójimo a tu prójimo, - "Ve y haz tú lo mismo". En otras palabras, haz las obras de Dios, entonces vas a heredar la vida eterna. ¿ Entienden? "Amarás a tu prójimo como a ti mismo"- así dice el Santo Evangelio. Así que tenemos comprender esto y seguirlo. Y no se sorprenda que en la vida, a menudo encontramos con las almas prójimas que no son nuestros parientes, pero en el espíritu estamos prójimos. Ellos son nuestros hermanos y hermanas verdaderos. Como dice Cristo: "Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre" (Marcos, III:35), porque sus parientes no son sus padres o hermanas, sino los que oyen la palabra de Dios, es decir, una palabra de la verdad - y la cumplen con alegría. Tales son sus hermanos y hermanas en realidad.
Y la familia de Cristo en la tierra es grande. Si estamos en Su familia como sus hijos, decimos: "Padre nuestro, que estás en los Cielos" - y no que está en el infierno. Por eso haced las obras buenas. Ya que Cristo dice: "Vosotros sois de vuestro padre el diablo"(Juan, VIII: 44), a los que no hacen obras buenas. Tratamos de hacer obras buenas para confirmar lo que nuestro Padre está en los Cielos, que Él creó el Universo. Y nuestra familia es muy grande. Está aquí, en Ucrania, está en Europa, está y en América Central, está en África, América del Norte y del Sur, se encuentra en Australia, está por todo el mundo. En todas partes está nuestra familia. ¿Entienden?
Y cuando nos encontramos con ella, sentimos que son nuestros prójimos. Cuando encontramos con demoníacos, sentimos algo frío de ellos , el miedo y aversión alguna. Sentimos incómodo con ellos. Con la gente de Dios está cómodo siempre, ya que Dios está con ellos. Tengan en cuenta que están muy pocos de ellos en la tierra, pero están. Para eso tenemos que trabajar, preservar la unidad. Como decimos en la liturgia: "Gloria a Dios en las alturas- que es la gloria de Dios en los cielos - y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad". Esto significa que debe haber paz entre la gente de Dios que ama Dios. No importa cual es la fe, o católico, o protestante, o cualquiera otra cosa. No importa qué partido, qué nacionalidad, que origen y así sucesivamente. Si se trata de una alma buena, no le importa el color de su piel, blanco o negro. ¿Entienden?
Por lo tanto entre la gente de Dios no hay racismo, nada de eso. Entre los demoniacos hay todo: el odio, cubierta por justicia, etc. Debemos ser cuidadosos de no participar en ningúno mal. Y debemos ser la gente de Dios, confirmar por los hechos, que realmente somos de Dios, como aquel samaritano. Es decir, sed un tipo del samaritano. No sed aquellos que se infatuan y dicen que son los de Dios, y de hecho no tienen ninguna relación a Dios.Y, en efecto, de acuerdo a sus obras les juzgarán a ustedes, dice Cristo mismo. ¿Quién juzgarán? La gente juzgará y glorificará a vuestro Padre en el cielo. Ya que cuando usted está haciendo lo bueno hombre, él dice: "que Dios te salve", "Gracias", "que Dios te salve". ¿Sí? Y vuestro Padre celestial y los ángeles ven eso, y de acuerdo a nuestras obras nos juzgarán. ¿Entienden?
Cuando Jesús fue a Jerusalén, ya estaba cerca el momento de Su sufrimiento. Y los apóstoles lo vieron, que influencia tuvo sobre las personas.Ellos vieron que Él recogía la gente en la manera muy fácil, le predicaba a ella, y la gente le obedecía con gran entusiasmo, con alegría. Porque se sentía en Él la gracia y la verdad de las palabras, las palabras sinceras, que hacían la vida más fácil. Porque muchas de las almas buenas tienen problemas con sus familias.Tienen problemas con la familia y piensan: "¿Tal vez estoy equivocado?" Y tu pariente demoníaco te usa aún más y se mofa de tí. ¿Sí? Y sin embargo, te reproche, como si usted sea culpable.
Pero cuando empiezas a entender las palabras de Jesucristo, que "los enemigos de cada cual serán los de su propia familia", y sus prójimos son la familia de Cristo, sus hermanos y hermanas - entonces usted siente la calma en su alma, y usted sabe qué es qué. A usted se hace vivir más fácil, empieza a moverse adelante y deja de cometer errores, que ha estado haciendo constantemente, abriendo su corazón a la maldad. Y ahí te escupen, infligen un gran dolor. Los familiares pueden causar más dolor que otras. ¿Verdad? Los extraños una vez al año dice algo contra usted, y los parientes todos los días lo puede hacer. Sin embargo, rezad: "Dios, concédame el perdón y el amor, si tengo mis parientes, ellos me he enviado. ¡El perdón y el amor! Con el perdón y el amor, tratadles y con la paciencia. Pero no se puede confiar en que donde la confianza no debe ser. No se puede exponer la espalda a los cuchillos de nuevo. Y debemos entender que nuestra familia - es todos los que aman al Señor su Dios. ¿Entienden?
Y, de hecho, ahora tenemos un ejemplo muy vívido de como se construye el estado y como se distribuyen los cargos entre los padres, los amigos, etc. Eso es un gran error, porque no son prójimos suyos. Tú, ¿con quién quieres construir? ¿Amas Ucrania, amas Dios? Luego, desarrolla Ucrania con los que también la ama, ama a Dios, como tú. Y no de a los hermanos, casamenteros, etc. Y luego todo se cae, te critican, una y otra vez haces los mismos errores. ¿Saben lo que quiero decir? Es decir, todo lo que haces en tu vida, cualquier tipo de negocio - no lo hagas con sus familiares, sino con la gente de Dios. Es mejor perder con un inteligente, como se dice, que encontrar con un tonto. Un familiar podría ser el tonto.
Sed los sabios, aprended la Palabra de Dios en la verdad y entended que, además de amor al prójimo, Dios llama a las acciones sabias. Debido a que tenemos suficiente de dolor, pero tenemos que servir a la gente buena. Tened cuidado, que no perdamos las fuerzas antes de tiempo, así que no debamos dar pan a los cerdos, que en la malicia se vuelven contra vosotros y pisotean en el suelo. Y den este pan a la gente de Dios que son en realidad muy, muy hambrientos, tienen almas sedientas que están en necesidad de nuestro apoyo, una palabra. tenemos que votar por el beneficio sino por la verdad. ¿Entienden? Levantemos la mano no por algún beneficio, sino por la verdad y apoyemos la verdad en el hombre que lucha por la verdad. Porque la verdad es Dios.
Y Dios vive en nuestros prójimos. Y tenemos que apoyar unos a otros y unirse. ¡La gente de buena voluntad, uníos! Entonces habrá paz en la tierra, entre la gentede buena voluntad. ¿Verdad? Admirablemente, ¿sí? Usted ve, todo lo que Cristo nos enseña, como hace, dice, muestra que a través de él decía la verdad, la verdad del Señor. Y si seguirlo, viviremos en la armonía, el bienestar, la felicidad. Pero tenemos que empezar a escucharle, tenemos que empezar a entenderle.Y no esperemos que alguien cambie, sino comiencen a cambiarse. Cambia a sí mismo -y alrededor de tí cambiará un mil, mirando a tu vida, a tus acciones. Y tenemos que unirnos los buenos, entonces es más fácil, porque vemos que no estamos sólos, ni dos, ni diez, pero son mucho de nosotros. ¿Verdad?
Que Dios os bendiga, proteja, fortalezca y salva.
¡Gloria a Jesucristo!
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Apóstol (Efesios, 4:1-6):
4
1 Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una
manera digna
de la vocación con que habéis sido llamados,
2 con toda humildad y mansedumbre, con paciencia,
soportándoos unos a otros en amor,
3 esforzándoos por preservar la unidad del Espíritu en el
vínculo de la paz.
4 Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también
vosotros fuisteis llamados
en una misma esperanza de vuestra vocación;
5 un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,
6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por
todos y en todos.
Evangile (Lucas, 10:25-37):
10
25 Y he aquí, cierto intérprete de la ley se levantó, y para
ponerle a prueba dijo:
Maestro, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
26 Y El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en
ella?
27 Respondiendo él, dijo: AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU
CORAZON,
Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU FUERZA, Y CON TODA TU MENTE; Y A TU
PROJIMO COMO
A TI MISMO.
28 Entonces Jesús le dijo: Has respondido correctamente; HAZ
ESTO Y VIVIRAS.
29 Pero queriendo él justificarse a sí mismo, dijo a Jesús:
¿Y quién es mi prójimo?
30 Respondiendo Jesús, dijo: Cierto hombre bajaba de
Jerusalén a Jericó, y cayó en
manos de salteadores, los cuales después de despojarlo y de darle golpes,
se fueron, dejándolo medio muerto.
31 Por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino,
y cuando lo vio,
pasó por el otro lado del camino.
32 Del mismo modo, también un levita, cuando llegó al lugar y
lo vio, pasó por el otro lado del camino.
33 Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él
estaba; y cuando lo vio, tuvo compasión,
34 y acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y
vino sobre ellas; y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un
mesón y lo cuidó.
35 Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al
mesonero, y dijo: "Cuídalo, y todo lo demás
que gastes, cuando yo regrese te lo pagaré."
36 ¿Cuál de estos tres piensas tú que demostró ser prójimo
del que cayó en manos de los salteadores?
37 Y él dijo: El que tuvo misericordia de él. Y Jesús le
dijo: Ve y haz tú lo mismo.
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