¡Cristo ha nacido! ¡Glorifiquénlo!
¡Cristo ha nacido! ¡Glorifiquénlo!
¡Cristo ha nacido! ¡Glorifiquénlo!
Hoy, queridos hermanos y hermanas, hemos escuchado el Evangelio de Mateo (Mt II :1-12), continuación de la historia del nacimiento de Jesucristo y la historia sobre los Reyes Magos a los quienes encontró rey Herodes y les preguntaba donde había nacido Jesús.Les preguntaba no para venir y adorar a Jesús sino para espiar y luego matar al recién nacido Rey del Universo. Pero el Señor protegió al Bebé. Señor protegió, y los Reyes Magos tenían una gran alegría: ellos siguieron una estrella, y entoncen vieron al recién nacido en un pesebre. Parecería que el Rey del mundo hubiera ser nacido en el palacio de lujo, los pueblos del mundo tendrían que ir a adorarle y llevarle regalos, porque ellos sabían que había nacido. Pero los reyes de este mundo, el poder de este mundo no amaban a Jesús ya antes de Su nacimiento. A pesar de saber que el gran Rey viene a este mundo, que las profecías antiguas son de él y para él, y que Su nacimiento fue previsto antes - a pesar de todo eso rey Herodes quería intervenir en la Divinidad, quería impedirle a Jesús servir a la humanidad. Y aquí de nuevo el ángel se aparece, al principio a los reyes magos y les dice no volver por el camino, donde iban de Herodes a Belén, sino volver por otro camino, para que Herodes no pudiera llegar a saber dónde nació Jesús. Ustedes ven, los ángeles siempre guían en aquella situación.Y entonces, cuando estaban durmiendo José y María de nuevo un ángel se aparece y les dice: " Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto para cumplir la palabra que está escrito en los profetas". Y ellos tomaron al niño y fueron a la tierra de Egipto - de hecho eso salvó el Rey del mundo, nuestro Señor, que ha nacido para nosotros (Mateo II :13-15).
Y hoy es el día de Su nacimiento. tenemos que sentir este Nacimiento en nuestros corazones, sentir que el Señor ha nacido. ¿Por qué? Él vino a santificar el mundo,ilustrarlo por la verdad, la comprensión de la vida eterna. Y cuando nace, los ángeles divinos cantan en los Cielos: " ¡Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!" (Lucas II:14). Cada vez cuando oramos "Rey Celestial ..." antes de la liturgia, el obispo hace esta oración: " !Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!" Esto significa precisamente aquello para lo que ha nacido Jesús - vino a este mundo para que en la Tierra sea la paz entre las personas de buena voluntad.
No hay paz entre las personas de la mala voluntad aunque pueden ser hermanos o hermanas. Si son diferentes no puede haber paz entre ellos . Sólo la gente de la buena voluntad, la gente de Dios, las almas divinas van a unirse y tener una sola voluntad. Personas de buena voluntad, hay que ser paz y la divina voluntad entre ustedes. Si somos la gente de buena voluntad, nos juntamos aquí y no nos importa: hay unas cúpulas doradas por encima de nosotros o no hay. Pero para nosotros es importante que estén las cúpulas doradas del Señor por encima de nosotros y que el Espíritu Santo descienda sobre nosotros. Y nos junatmos aquí para cumplir la cosa, por la que ha nacido Jesucristo: "¡Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!?.
Y queremos que la paz en la mente, en el sentido de la verdad esté circulando entre la gente.Y que la gente, conociendo a esta paz, esta conciencia, esta verdad logre a ser hermanos y hermanas verdaderos. No prestando atención a la nacionalidad o el color de la piel - que todos seamos hermanos y hermanas, las personas de buena voluntad, para las cuales el mismo Cristo ha nacido. Y entonces Su nacimiento no es en vano, entonces Él nace en nuestros corazones. Esto es una gran ayuda para nosotros con el fin de mantener la paz, la alegría, el amor en este mundo cruel. Mantener la gracia que necesitamos para salvarse y para que nosotros estemos bien y para ayudar a otras personas a llegar a entender esta verdad de Dios si no la han comprendido ya.
Felicito a todos ustedes con motivo de esta gran fiesta de la Navidad.
¡Cristo ha nacido! ¡Glorifiquénlo!
A Belén pastores debemos marchar,
que el Rey de los reyes ha nacido ya.
Vamos pastorcitos, que el Rey celestial,
tiene por morada humilde portal.
La Virgen bendita mimándolo está,
de rodillas todos vámosle a adorar.
A Belén pastores debemos marchar,
que el Rey de los reyes ha nacido ya.
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Apóstol (Gálatas, 4:4-7):
4
4 Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su
Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley,
5 a fin de que redimiera a los que estaban bajo la ley, para
que recibiéramos la adopción de hijos.
6 Y porque sois hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo
a nuestros corazones, clamando: ¡Abba! ¡Padre!
7 Por tanto, ya no eres siervo, sino hijo; y si hijo, también
heredero por medio de Dios.
Evangile (Mateo, 2:1-12):
2
1 Después de nacer Jesús en Belén de Judea, en tiempos del
rey Herodes, he aquí, unos magos del oriente llegaron a Jerusalén, diciendo:
2 ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque
vimos su estrella en el oriente y hemos venido a adorarle.
3 Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén
con él.
4 Entonces, reuniendo a todos los principales sacerdotes y
escribas del pueblo, indagó de ellos dónde había de nacer el Cristo.
5 Y ellos le dijeron: En Belén de Judea, porque así está
escrito por el profeta:
6 Y TU, BELEN, TIERRA DE JUDA,
DE NINGUN MODO ERES LA MAS PEQUEÑA
ENTRE LOS PRINCIPES DE JUDA;
PORQUE DE TI SALDRA UN GOBERNANTE
QUE PASTOREARA A MI PUEBLO ISRAEL."
7 Entonces Herodes llamó a los magos en secreto y se cercioró
con ellos del tiempo en que había aparecido la estrella.
8 Y enviándolos a Belén, dijo: Id y buscad con diligencia al
niño; y cuando le encontréis, avisadme para que yo también vaya y le adore.
9 Y habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí, la estrella
que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se
detuvo sobre el lugar donde estaba el niño.
10 Cuando vieron la estrella, se regocijaron sobremanera con
gran alegría.
11 Y entrando en la casa, vieron al niño con su madre María,
y postrándose le adoraron; y abriendo sus tesoros le presentaron obsequios
de oro, incienso y mirra.
12 Y habiendo sido advertidos por Dios en sueños que no
volvieran a Herodes, partieron para su tierra por otro camino.
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