². La historia de la fiesta
Día de la Dormición de la Santísima Virgen es una de las doce fiestas cristianas más importantes, que se estableció después de los acontecimientos, cuando la Madre de Dios terminó su vida terrenal y nuestro Señor Jesucristo llevó su cuerpo y alma a los Cielos.
Juan nos dice que Jesús, experimentando sufrimientos en la cruz, confió su Madre a su amado discípulo Juan:
"Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa" (Juan 19, 26-27).
Virgen María se domicilió en la casa de Juan el Revelador cerca del Monte de los Olivos. Al igual que los apóstoles, ella afirmó la joven Iglesia Cristiana por su presencia, palabras y oraciones. Después de recibir a Jesús como el Salvador, la gente vino a Jerusalén desde los suburbios lejanos para ver y escuchar a la Madre. Para los apóstoles y todos los creyentes ella era un ejemplo de la fidelidad a Jesús como al Mesías.
El Templo de la Dormición en la cima del Monte Sión,
establecido en el presunto sitio
de la casa de San Juan el Revelador
Hablando con ellos, María habló de los acontecimientos milagrosos de la Anunciación, Concepción por el Espíritu Santo y el nacimiento de Jesús, Su infancia y Su vida terrenal.
Muchos de los que no creían en las enseñanzas de Jesús como el Salvador de la humanidad trataban a matar a la Madre de Dios, pero el poder de Dios los detuvo. A menudo, María llegó al Santo Sepulcro en el Calvario, y oraba allí. En una de estas visitas se le apareció el Arcángel Gabriel y habló de su tránsito rápido de este mundo al mundo de los cielos, le entregó rama de palmera para hacer valer sus palabras. María dijo esto a Juan el Apóstol como una buena noticia, porque pronto ella iba a ver a su Hijo.
Por la oración de la Madre, apóstoles comenzaron a regresar a Jerusalén desde los países lejanos. San Juan Damasceno dice que acudiron, como las nubes y las águilas, para servir a la Madre de Dios. Ella les dijo que pronto se irá. Durante la conversación con los Apóstoles antes de ella apareció milagrosamente apóstol Pablo con sus alumnos. La hora de pasar la Asunción de Nuestra Señora llegó. Apóstoles rodearon la cama en la que estaba la Virgen María.
La luz repentina sombró la llama de velas y bajó Jesucristo mismo, rodeado de ángeles y arcángeles. Los presentes palpitaban de alegría santa. Nuestra Señora dijo: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, ya que condescendió a su sierva humilde". Alma de María partió de este mundo en la vida eterna.
Santos apóstoles Pedro, Pablo, Santiago y otros llevaron el féretro en el que yacía el cuerpo de la Santísima Virgen, a través de Jerusalén a Getsemaní. Por encima de la procesión era una nube de luz y se oían los sonidos de la música celestial. Los primeros sacerdotes fueron informados sobre la procesión funeral. Ellos enviaron guardias para dispersar a la procesión, pero la nube descendió al suelo y se cubrió a los atacantes. Se oyeron pasos y el canto, pero no se veía a nadie. Uno de los sacerdotes, al buscar por el tacto al féretro, trató de dar la vuelta a él, pero sus manos estaban cortadas por fuerza invisible. El sacerdote se horrorizó y arrepentió, al darse cuenta de que había ido en contra de Dios mismo. Por eso él estaba sanando y estaba ansioso por predicar las enseñanzas de Jesús después. Los apóstoles pusieron el cuerpo de la Virgen María en un ataúd y cerró la entrada de la cueva por una gran piedra.
Según la providencia de Dios, el apóstol Tomás no estaba presente durante el entierro de la Virgen. Llegó a Jerusalén después de dos días y se puso a llorar cerca de la cripta familiar. Los apóstoles sentieron lástima de él y quitó la piedra de la entrada al sepulcro para que Tomás pudiera despedirse. Pero su cuerpo desapareció, sólo el sudario estaba. Santísima Virgen María fue llevada al cielo en la carne. El mismo día durante la cena la Madre de Dios se les apareció y les dijo: "¡Alégraos! Yo estoy con vosotros todos los días". En respuesta, los apóstoles exclamaron al partir el pan: "Santísima Madre, ayúdanos."
II. Las tradiciones de la fiesta
La fiesta de la Dormición de Nuestra Señora fue establecida por la Iglesia desde tiempos antiguos. Se menciona en los escritos del San Jerónimo, San Agustín y San Gregorio. En el siglo IV fiesta se celebraba ampliamente en el Imperio Bizantino.
Sin embargo, primeramente la fiesta se celebraba no al mismo tiempo: en algunos lugares - en el mes de enero, en otros - en agosto. Así, en siglo VII en Occidente, en la Iglesia de Roma el 18 de enero se celebró el " Dormición de María", y el 14 de agosto - "Tránsito al cielo". La celebración general de la Dormición el 15 de agosto en la mayoría de las iglesias orientales y occidentales se estableció sólo en los siglos VIII-IX. De acuerdo con el calendario juliano, la Dormición se celebra el 28 de agosto.
El propósito fundamental de la celebración fue la glorificación a la Virgen y su Dormición. En los siglos IV-V adicionó el otro propósito - la revelación de los errores hereticales que atentaban contra la dignidad de la Virgen, en particular, la negación de la naturaleza humana de la Virgen (y por lo tanto negación de su muerte corporal).
El día la fiesta de la Dormición, cuando todo se maduraba, la gente trae en la iglesia semillas y espigas de diferentes cultivos para santificar. Este tipo de práctica ha sido no sólo en Rusia. En Grecia, por ejemplo, trajeron frut difesrentes para la consagración en la iglesia de Blanquerna.
"Despedios la Dormición - encontrad al otoño" - así dice la tradición popular. Recogimiento de regalos de bosque - setas, nueces, comenzó después de la fiesta de la Dormición.
La fiesta coincide con la finalización de la cosecha de pan, ese día se despiden de verano. Se creía que la "la sol se queda dormido el día de Dormición", es decir, se amanece tarde.
En Ucrania, con la primera fiesta de la Virgen empezaban a sembrar los cereales del invierno y completaron en la segunda fiesta de la Virgen (14 de septiembre) el 21 de septiembre.
Desde Dormición empezaron reuniones de otoño, las chicas miraban por novios. Los primeros casamenteros llegaban no antes de dos semanas después de la Dormición y "los primeros casamenteros mostraran el camino a otros". Con la fiesta del Manto de la Virgen empezaba el período de las bodas.
²²². La esencia espiritual dela fiesta
El día de la Dormición, la Iglesia conmemora la muerte de Ella, cuyo hijo venció a la muerte, resucitó entre los muertos y les dio a los que creían en Él la resurrección y la vida eterna. La muerte de la Madre de Dios se llama la Dormición en una señal de que ella supuestamente se quedó dormido por un momento, y luego adoptó la vida inmortal y la gloria del Señor. La Virgen dio su vida en las manos de su Hijo, el Señor Jesucristo, y Él la tomó.
La Virgen fue entre los primeros que vieron los milagros del Salvador. Recordemos el famoso episodio evangélico - el primer milagro creado por el Señor en en Caná de Galilea, cuando según la palabra de la Madre Cristo convirtió el agua en vino en bodas. Ella sabía que el Hijo podía hacer un milagro y no accidentalmente le preguntó hacerlo. La poder de Dios se manifestó a ella primera, pero por el tiempo se mantuvo en silencio. Y sólo la simpatía por los pobres causó aquella petición. Y obedeciendo a Madre, Jesús mostró Su misericordia a la gente. Rogando en la oración a la Virgen María, como en aquel momento, obtenemos el patrocinio y petición de la Madre de Dios a Su Hijo por nosotros. Así confirman sus palabras las cuales dijo a los apóstoles antes de Dormición: "Hijos del Señor y mi Hijo! No covertios la alegría de mi partida a Dios en el lloro con lágrimas suyos. Salgo de este mundo siendo su protectora delante de Dios. Siempre estaré con usted en ese mundo".
IV. La esencia espiritual de la fiesta y las particularidades de la celebración en la Iglesia Ortodoxa
De todas las fiestas, establecidas en honor de la Santísima Virgen, la Dormición es más grande y gloriosa. Para celebrar la Dormición los creyentes pasan dos semanas en la oración y el ayuno, que dura de 14 de agosto hasta 27 de agosto. La fiesta fue establecida como el ejemplo de la vida eterna de la Madre de Dios, la cual toda su vida, y especialmente el tiempo antes de su Dormición, pasó en ayuno y oración.
Aunque es costumbre este día coger frutas en el templo, pero primero cada uno hay que pensar que frutas espirituales puede llevar a Dios. Si es sincero arrepentimiento, o alegría, o la capacidad de perdonar, o la oportunidad de hacer buenas obras - todo esto es don de Dios por estos dones indican que la persona trata de perfeccionarse, mejorar su vida para heredar el Reino de los Cielos.
La muerte de María fue un encuentro gozoso con su Hijo y el Señor Jesucristo. Y la fiesta cristiana de la Dormición de Virgen María simboliza el fin de la vida terrenal y la transición a la vida real eterna. Si la muerte para la mayoría de la gente es el horror y el dolor de la separación, la inmersión en la soledad, no es la muerte de la Virgen María. Su muerte, como la vida es el encuentro, acercamiento a la luz de la eternidad y tránsito a ella. Y ese es el comienzo de la resurrección general, es otro rayo de esperanza para los cristianos, otra confirmación para ellos que siguen la doctrina de Jesús Cristo. Para los cristianos, la Virgen María es un ejemplo de humildad y de fe profunda. Su vida nos inspira a entender el significado de nuestro tiempo en la tierra, el objetivo final, a el cual debe ir la humanidad consciente.
|
