¡En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo! ¡Amén!
¡Cristo ha resucitado!
Hoy escuchamos el Santo Evangelio de Juan (Juan, IX :1-38). El Evangelio de Juan está siempre confirma que unas almas van desde los Cielos, y otras son las almas terrenales. Unas son divinas, y otras son materialistas. Y ahora, como hemos escuchado, los apóstoles volvieron a preguntarle a Jesús: "Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?" Es decir, por cual pecado ha nacido ciego? Anteriormente Jesús les explicó que las personas nacen paralizados por algunos sus pecados. Y le preguntaron por eso: "¿Es por su pecado, o por alguno pecado de sus padres?" Y aquí es la tercera variante, muy rara: un hombre llega mutilado en este mundo, porque tiene que encontrar con el Mesías - el Salvador, el Hijo de Dios , el Mensajero de Dios, quien ha venido de la gran altura. Aquel hombre era ciego de nacimiento para mostrar que Jesús realmente era Salvador, el Cristo, que había venido desde arriba. ¿Entienden? Él dice: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él." Por lo tanto, esta es la tercera opción, esta alma nació para la gloria de Dios. ¿Entienden ustedes? Así que Jesús sanó a este hombre al tocar sus ojos sólo con el barro ordinaria - escupió, frotando el polvo.
Jesús no buscaba ningunas hierbas especiales, extranjeras o algo. Él demostró que aquí, al ver - voy a escupir, triturar algo, no importa qué lo es, y todo - " Ve a lavarte en el estanque... Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo... ". Y los judíos, al ver a este hombre cuando regresó, no podía entender cómo había recibido la vista. Y lo empezaron a interrogar y acusar a Jesús en el pecado: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Sábado, el día de reposo, para ellos era más importante que Dios, más importante que la curación. Jesús dijo: "El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo" (Marcos, II:27). Dios dio a Jesús la curación especialmente el sábado. Las curaciones especialmente importantes. Todas curaciones, sobre las cuales leemos en el Evangelio tuvo lugar el día de reposo. Le advirten: "¡Haz nada el sábado!" ¡Pero la oración no es un trabajo! El día de reposo precisamente es para orar. Y sobre todo si esta oración también trae los dones de curación. Pensad en eso. Sin embargo, los saduceos y los fariseos reprochaban a Jesús por eso, porque odiaban a Jesús por su popularidad, le odiaban porque era de Dios, era de los Cielos. Y ellos estaban en la tierra, entonces eran los materialistas, entonces sólo se preocupaban por los intereses de su bolsillo. Sí, exactamente, como hoy hemos escuchado en el Apóstol (Hechos, XVI :16-34). Se ha leído hoy que una mujer adivinando trajo un montón de dinero a sus dueňos. Y cuando seguía los apóstoles, sabía incluso que eran los discípulos en la Palabra de Dios. Y Apóstol Pablo dijo al espíritu: " Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella." Aquí espíritu profético salió de ella, y los dueňos amargados les cogieron a apóstoles por su fuente de ingresos había desaparecido. Y les echaron en la cárcel. Mucho más se puede decir, pero quiero parar, así que penséis en eso.
Y aquí también los clérigos interrogaron a aquel hombre quien había recobrado su vista " ¿cómo había recibido la vista?" Y él dijo que él que me sanó, me untó con el barro y recobró la vista. "¿Cómo lo hizo? ¡Él es un pecador, porque él lo hizo el día de reposo!" Y él respondió: "Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo... Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye. - dice - Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego." Pero ellos se rebelaron y comenzaron a culpar a él: " Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros?" No oyen la verdad porque no la quieren. Ellos quieren crucificarla. ¿Entienden ustedes? No les importa lo que suceda un milagro grande, que Dios mismo dirige la vida en la Tierra, a través de este hombre, Jesús. No les importa, quieren crucificarle, que Jesús no esté disponible para la gente, para que sus enseñanzas y sus apóstoles sean perseguidos, etc Y dicen: "¡Vete de aquí!"
Al mismo tiempo, tenemos que prestar atención que preguntaron a Jesús tal cosa: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?"¿Entienden ustedes? ¿Sí?
Cuando leemos el Evangelio de Juan en el capítulo 8, Jesús allí dice que son los hijos de Dios y son los de diablo, tambié eso es en el capítulo 7. Lo leemos y vemos que es el más perfecto Evangelio, porque Juan era acerca de Jesús.
Y como la última vez leemos en el Evangelio de Juan que debemos seguir Él, que ha venido de lo alto, porque Él predica el Espíritu de Dios, porque Él mismo ha venido para llevar toda la gente a los Cielos. Tal es la misión de nuestro Salvador Jesucristo. Y tal misión recae sobre cada uno de nosotros, sacerdotes - llevar la gente a la salvación, llevar la humanidad, Ucrania, Kyiv a la salvación.
¡Cristo ha resucitado!
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Apóstol (Hechos, 16:16-34):
16
16 Y sucedió que mientras íbamos al lugar de oración, nos
salió al encuentro una muchacha esclava que tenía espíritu de adivinación,
la cual daba grandes ganancias a sus amos, adivinando.
17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba diciendo:
Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os proclaman el camino
de salvación.
18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando esto a
Pablo, se volvió y dijo al espíritu: ¡Te ordeno, en el nombre de
Jesucristo, que salgas de ella! Y salió en aquel mismo momento
19 Pero cuando sus amos vieron que se les había ido la
esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los arrastraron
hasta la plaza, ante las autoridades;
20 y después de haberlos presentado a los magistrados
superiores, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad,
21 y proclaman costumbres que no nos es lícito aceptar ni
observar, puesto que somos romanos.
22 La multitud se levantó a una contra ellos, y los
magistrados superiores, rasgándoles sus ropas, ordenaron que los azotaran
con varas.
23 Y después de darles muchos azotes, los echaron en la
cárcel, ordenando al carcelero que los guardara con seguridad;
24 el cual, habiendo recibido esa orden, los echó en el
calabozo interior y les aseguró los pies en el cepo.
25 Como a medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos
a Dios, y los presos los escuchaban.
26 De repente se produjo un gran terremoto, de tal manera que
los cimientos de la cárcel fueron sacudidos; al instante se abrieron todas
las puertas y las cadenas de todos se soltaron.
27 Al despertar el carcelero y ver abiertas todas las puertas
de la cárcel, sacó su espada y se iba a matar, creyendo que los prisioneros
se habían escapado.
28 Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún
mal, pues todos estamos aquí.
29 Entonces él pidió luz y se precipitó adentro, y temblando,
se postró ante Pablo y Silas,
30 y después de sacarlos, dijo: Señores, ¿qué debo hacer para
ser salvo?
31 Ellos respondieron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo,
tú y toda tu casa.
32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que
estaban en su casa.
33 Y él los tomó en aquella misma hora de la noche, y les
lavó las heridas; enseguida fue bautizado, él y todos los suyos.
34 Llevándolos a su hogar, les dio de comer, y se regocijó
grandemente por haber creído en Dios con todos los suyos.
Evangile (Juan, 9:1-38):
9
1 Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.
2 Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: Rabí, ¿quién
pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?
3 Jesús respondió: Ni éste pecó, ni sus padres; sino que está
ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él.
4 Nosotros debemos hacer las obras del que me envió mientras
es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar.
5 Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo.
6 Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo barro con la
saliva y le untó el barro en los ojos,
7 y le dijo: Ve y lávate en el estanque de Siloé (que quiere
decir, Enviado). El fue, pues, y se lavó y regresó viendo.
8 Entonces los vecinos y los que antes le habían visto que
era mendigo, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?
9 Unos decían: El es; y otros decían: No, pero se parece a
él. El decía: Yo soy.
10 Entonces le decían: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?
11 El respondió: El hombre que se llama Jesús hizo barro, lo
untó sobre mis ojos y me dijo: "Ve al Siloé y lávate." Así que fui, me lavé
y recibí la vista.
12 Y le dijeron: ¿Dónde está El? El dijo: No sé.
13 Llevaron ante los fariseos al que antes había sido ciego.
14 Y era día de reposo el día en que Jesús hizo el barro y le
abrió los ojos.
15 Entonces los fariseos volvieron también a preguntarle cómo
había recibido la vista. Y él les dijo: Me puso barro sobre los ojos, y me
lavé y veo.
16 Por eso algunos de los fariseos decían: Este hombre no
viene de Dios, porque no guarda el día de reposo. Pero otros decían: ¿Cómo
puede un hombre pecador hacer tales señales? Y había división entre ellos.
17 Entonces dijeron otra vez al ciego: ¿Qué dices tú de El,
ya que te abrió los ojos? Y él dijo: Es un profeta.
18 Entonces los judíos no le creyeron que había sido ciego, y
que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había
recibido la vista,
19 y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que
vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?
20 Sus padres entonces les respondieron, y dijeron: Sabemos
que este es nuestro hijo, y que nació ciego;
21 pero cómo es que ahora ve, no lo sabemos; o quién le abrió
los ojos, nosotros no lo sabemos. Preguntadle a él; edad tiene, él hablará
por sí mismo.
22 Sus padres dijeron esto porque tenían miedo a los judíos;
porque los judíos ya se habían puesto de acuerdo en que si alguno confesaba
que Jesús era el Cristo, fuera expulsado de la sinagoga.
23 Por eso sus padres dijeron: Edad tiene; preguntadle a él.
24 Por segunda vez llamaron al hombre que había sido ciego y
le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es un
pecador.
25 Entonces él les contestó: Si es pecador, no lo sé; una
cosa sé: que yo era ciego y ahora veo.
26 Le dijeron entonces: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
27 El les contestó: Ya os lo dije y no escuchasteis; ¿por qué
queréis oírlo otra vez? ¿Es que también vosotros queréis haceros discípulos
suyos?
28 Entonces lo insultaron, y le dijeron: Tú eres discípulo de
ese hombre; pero nosotros somos discípulos de Moisés.
29 Nosotros sabemos que Dios habló a Moisés, pero en cuanto a
éste, no sabemos de dónde es.
30 Respondió el hombre y les dijo: Pues en esto hay algo
asombroso, que vosotros no sepáis de dónde es, y sin embargo, a mí me abrió
los ojos.
31 Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien
teme a Dios y hace su voluntad, a éste oye.
32 Desde el principio jamás se ha oído decir que alguien
abriera los ojos a un ciego de nacimiento.
33 Si éste no viniera de Dios, no podría hacer nada.
34 Respondieron ellos y le dijeron: Tú naciste enteramente en
pecados, ¿y tú nos enseñas a nosotros? Y lo echaron fuera.
35 Jesús oyó decir que lo habían echado fuera, y hallándolo,
le dijo: ¿Crees tú en el Hijo del Hombre?
36 El respondió y dijo: ¿Y quién es, Señor, para que yo crea
en El?
37 Jesús le dijo: Pues tú le has visto, y el que está
hablando contigo, ése es.
38 El entonces dijo: Creo, Señor. Y le adoró.
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