². La historia de la fiesta
Monte Tabor
El día de la Transfiguración del Señor es una de las doce fiestas cristianos principales, la cual conmemora la transfiguración inescrutable de nuestro Señor y Salvador Jesucristo - Su aparición en la majestad divina y la gloria en el monte Tabor delante de sus alumnos y futuros apóstoles Pedro, Santiago y Juan. Este evento extraordinario es describido por tres evangelistas - Mateo, Marcos y Lucas (Mateo 17:1-6, Marcos 9:1-8, Lucas 9:28-36.).
Pasaba el tercer año de sermones de Jesús Cristo y el 33 año desde Su nacimiento por la Santísima Virgen. Acercándose a su tiempo de sufrimientos voluntarios para la salvación del género humano, ya después el apóstol Pedro reconoció ante de todos: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Mateo 16:16), "comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas y ser muerto"(Mateo 16:21). Las palabras de Cristo afligieron mucho a discípulos y especialmente a Pedro, que comenzó a negar al Señor: "Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca" (Mateo 16:22). Al notar el dolor de los discípulos y queriendo ayudarles Jesucristo prometió a algunos de ellos mostrar su gloria, en la que se vestiría después de su salida: "De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino"(Mateo 16:28).
Después de seis días el Señor en compañía de sus discípulos y una gran cantidad de la gente abandonaron la región de Cesarea de Felipe y vinieron a Galilea. Era la noche, cuando llegaron al Monte Tabor. Teniendo la costumbre de alejarse de sus discípulos en la noche para hacer la oración solitaria a Su Padre Celestial, y aquella vez Jesús, habiendo dejado a los gente al pie de la montañas, tomó sólo a Pedro, Santiago y Juan y se fue con ellos a la cima de la montaña para orar. En la parte superior empezó a rezar. Y cuando Jesús oraba, su rostro se puso brillante, sus vestidos se volvieron blancos como la nieve. Y al mismo tiempo, delante de Jesús se aparecieron los profetas Moisés y Elías y comenzaron a hablar con Él sobre su sufrimiento y muerte. Los apóstoles lo vieron y oyeron, temblaban de le gracia disfrutando la contemplación de la divinidad invisible, inmortal. Todo lo visto y oído tan impresionó a los apóstoles que Pedro exclamó: "Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías"(Lucas 9:33).
Y entonces vino una nube que los cubrió, y de la nube se oyó una voz: "Este es mi Hijo amado". En este momento con Jesucristo ya no estaban Moisés y Elías. Después de estas palabras desde lo alto del cielo, los apóstoles tenían miedo y caeron en el suelo. Y el Señor vino a los discípulos, diciendo: "Levántaos y no temáis!" Levantando los ojos, los apóstoles vieron a nadie, sólo a Señor Jesús. Ya amaneciá y empezaron a bajar de la colina. El Señor les mandó que contaran a nadie sobre la visión hasta el sufrimiento y la muerte y resucitación al tercer día. Ellos callaron y le dijo a nadie que habían sido dignos de ver.
Moisés oró una vez que Dios el Padre le mostró su rostro en la gloria divina. Dios dijo lo siguiente: "No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá" (Éxodo 33:20). Apóstoles con la voluntad del Señor fueron dignos de ver a Hijo de Dios transfigurado del imágen humano al divino para relatar este al mundo.
²². Las tradiciones de la fiesta
El Templo de la Transfiguración del Señor en el Monte Tabor
La fiesta de la Transfiguración comenzaron a celebrar en Palestina en el siglo IV, desde cuando la emperatriz Helena construyó en el Monte Tabor la iglesia en honor de este acontecimiento excepcional. En el Oriente, los testimonios sobre la fiesta son relacionadas con el siglo V. La Transfiguración es conmemorada por Efrén el Sirio, Juan Crisóstomo, Cirilo de Alejandría y otros.
De acuerdo con el texto del Evangelio, este evento tuvo lugar en febrero, 40 días antes de la crucifixión de Jesucristo, pero la Iglesia Ortodoxa se trasladó la celebración al 19 de agosto para no conmemorarla en la Cuaresma. Con eso, en el 40 día después del día de la Transfiguración se conmemora el día de la Exaltación de la Santa Cruz.
La fiesta ortodoxa de la Transfiguración entre la gente se llama el Segundo Salvador o el Salvador de Manzanas. En ese tiempo en los jardines maduran los frutos y verduras, en los campos se termina la cosecha de grano. Nuestros antepasados antes de cada acto oraban a Dios y le pedían la bendición, glorificandole y dandole gracias por los frutos de la tierra. El Antiguo Testamento dice que los primeros frutos de la nueva cosecha se debe presentar ante el altar según la Ley de Moisés (Éxodo 33:19).
En la antigüedad, en ese día existía la costumbre de dar ¡ los frutos de la tierra a los pobres. La costumbre de dar frutos a los pobres una vez fue la medida de la moral cristiana.
El Segundo Salvador es también el día para conmemorar a los parientes muertos. De acuerdo a la creencia popular, no la doctrina cristiana, es el tercer día de la salida de los muertos al mundo en la temporada primavera-verano (la primera salida - el Viernes Santo, el segundo - el día de Pentecostés).
Para los propietarios, la gente materializados, el día de fiesta simboliza el fin de cosecha y verano. Este día sierve de indicio al tiempo. Si el día es soleado y sin nubes - otoño será seco. Si de lluvia - húmedo. Un día claro presagia el invierno de ventisca y helada.
²²². La esencia divina de la fiesta
La transfiguración en el monte Tabor es la aparición del Hijo del Altísimo, sobre el cual el Padre testimonia desde una nube clara del Espíritu Santo. Pues tuvo lugar la revelación completa de la Santísima Trinidad. Transfiguración muestra que dos naturalezas son combinadas en Jesucristo, la divina y la humana. Durante la transfiguración la naturaleza divina de Cristo no cambió, fue manifestada en su naturaleza humana. De acuerdo con Juan Crisóstomo, pasó "para mostrarnos la futura transformación de nuestra naturaleza y el futuro de Su venida en las nubes en gloria con los ángeles", que es el futuro de la venida a la Tierra en una gran presencia de los ángeles que le sirven.
Simbólico es la aparición de Moisés y Elías. Según Juan Crisóstomo, "un muerto y otro no experimentado la muerte ya" aparecieron para demostrar que "Cristo tiene poder sobre la vida y la muerte, tiene el dominio sobre el cielo y la tierra".
En el momento de la transfiguración, nuestro Señor Jesucristo por un momento se abrió no sólo su gloria, sino la gloria del Reino de los Cielos, donde se reuniría con las almas de sus apóstoles en el futuro. Cuando los apóstoles vieron a la gloria del Salvador y la luz de la ciudad celestial, experimentaron una sensación de alegría y el apóstol Pedro exclamó: "¡Bueno es para nosotros que estemos aquí!" Él no encontró otras palabras para expresar toda la alegría que llenaba su alma y las alma de otros apóstoles, los testigos de la Transfiguración. En esta montaña el Señor dio a sus discípulos sintieron lo que les esperaría en la vida eterna.
IV. La esencia divina y las particularidades de celebración en la Iglesia Ortodoxa
Celebración de la Transfiguración dura 9 días, del 18 al 26 de agosto. Liturgia festiva se celebra el 19 de agosto, se leen paremias, se cantan canones, en que se glorifica la grandeza de la Transfiguración de Nuestro Señor Dios y Salvador Jesucristo. Las vestimentas de clérigos este día son de color blanco que simboliza la luz divina increada del Tabor. Al final de la liturgia festiva se santifica nueva cosecha de fruta - manzanas, uvas y cereales. La santificación es una expresión de gratitud a Dios de la naturaleza bendita por Él.
Para muchos bautizados y parecidos a creyentes la esencia divina de la fiesta de la Transfiguración del Señor se convierte por desgracia en las tradiciones populares - el Salvador de Manzanas, aunque ni manzanas ni uvas no tienen relación a este día de fiesta. Solamente en el Antiguo Testamento, todas las primeras frutas fueron traídas al templo para la bendición. La gente trató de vivir con Dios y por lo tanto surgieron diferentes costumbres que reflejaban una forma de vida. Tierra da fruto en la Providencia de Dios y el hombre les trae en el templo como agradecimiento. Por lo tanto, todas las frutas que son santificados después de la liturgia, en el sentido espiritual no son relacionadas a la Transfiguración, solamente acaban de madurar en este día de fiesta. Por lo tanto, debemos entender que santificar a la fruta y luego comerla, no es lo más importante en esta fiesta. Eso sólo que subestima el verdadero significado del triunfo espiritual.
La construcción del Templo de la Transfiguración del Señor
En el momento de la Transfiguración, Dios le dio la oportunidad de ver la combinación de las dos naturalezas en Cristo: el brillo de la Luz Divina en el cuerpo humano de Cristo. Según la doctrina cristiana, brillante luz del Tabor es un mensaje a la humanidad sobre la posibilidad de restaurar la imagen, según la cual fue creado el hombre, es una noticia acerca de la posibilidad de la transfiguración del alma humana, la humanidad y el mundo.
En 2006, el clero y los fieles de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana Autocéfala Canónica llegaron a un lugar donde crecían arbustos y una mala hierba grande y después durante tres años con sus propias manos bajo la dirección de Su Santidad el Patriarca Moisés edificaban un magnífico templo, que fue nombrado en honor de una transfiguración inescrutable de nuestro Señor y Salvador Jesucristo Cristo el Templo de la Transfiguración. Todos trabajaban con entusiasmo y construían el templo con la ayuda de Dio. Construyendo el templo con el amor a Dios, los fieles transfiguraban sus almas. Y todos los que participaron en la construcción del templo pueden testimoniar sobre la ayuda milagrosa del Señor en este período de su vida, y el gran estado de ánimo durante la construcción, sobre su crecimiento espiritual, adquirido en el proceso del trabajo en nombre de Dios.
"Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. A él oíd"(Mateo 17:5). Oyendo a Dios, construyendo sus vidas a base de la doctrina que trajo Jesucristo, nos asemejamos a Él. Dios da a cada uno la oportunidad de transformar su alma, su corazón a través del amor al prójimo, a través de una vida recta, a través de las buenas obras, a través de la caridad del alma. Y si somos cristianos sinceros, vamos a tratar transfigurarse en nuestros corazones para que Ucrania y todo el mundo en el futuro también se transfiguren. Ya que el mundo puede ser transfigurado sólo a través de la gente de Dios que oyen a su palabra y se llena de su poder. ¡Amén!
El Templo de la Transfiguración del Señor en la ciudad de Kyiv, construido por las manos de los fieles de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana Autocéfala Canónica
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